Los procesos de logística para ecommerce son una de las partes menos atractivas de crear una tienda online.
Puede que se deba a la dificultad de su gestión o a la aparición de nuevos modelos como el dropshipping, más baratos y fáciles de gestionar en los que el vendedor no se hace cargo de estas tareas logísticas pero tampoco tiene un total control sobre la imagen que proyecta su marca, pero generalmente, uno tiende a creer que la venta por internet es tan simple como crear una tienda online, atraer al cliente, y llevarlo exitosamente por el proceso de compra hasta que introduce los datos de pago y hace clic en ‘comprar’.
Bueno, si bien el proceso es así de simple, no debemos olvidarnos de lo que viene luego de que el cliente efectivamente compró un producto: el envío del mismo.
No hay que descuidar esta última etapa del ciclo, ya que puede ser muy determinante al momento de la decisión final de compra.
El posicionamiento en buscadores, la imagen de marca, etc. son muy importantes, sin embargo, no nos servirá de nada atraer tráfico a nuestra página web si finalmente los usuarios no realizan la compra o lo que es peor: la realizan, pero quedan descontentos. Una pieza clave de este engranaje es la logística para ecommerce.
Ofrecer envíos dentro de la venta online es casi tan importante como cobrar en el momento de la compra ya que normalmente la persona que compra por internet desea recibir el producto en su domicilio. Ofreciendo una solución integral (venta+envío), lograrás brindarle una mejor experiencia de compra al usuario, evitando segundos contactos y, así, posibilidades de que se caiga la venta.
Existen múltiples formas de ofrecer envíos: mediante una Agencia de envíos (como OCA, Correo Argentino, Andreani, Ocasa, etc.) o mediante métodos alternativos (como Agencias de Motos, Despacho por Encomienda, o Flete).
Muchas veces la solución no es única sino que se recomienda hacer combinaciones, como por ejemplo: moto + agencia de envío, o despacho por encomienda + moto.
Las distancias que tenemos entre ciudades, localidades y lo extenso que es nuestro país no nos ayudan, ya que esto encarece el costo del envío.
Por ejemplo en Europa la logística no es una preocupación, por las cortas distancias entre las distintas poblaciones y por ser un continente pequeño, por lo que los países que lo conforman tienen poco territorio y favorecen a una logística más barata y más ágil.
Para contrarrestar estos problemas de costos tenemos que utilizar el ingenio comercial y ofrecer, por ejemplo, combos de productos que hagan que el costo de envío sea insignificante al lado de los productos que vendemos… o en el mejor de los casos, nos permita brindarles el envío gratis.
Antes de lanzarte a comercializar tus productos debes primero haber pensado en cómo y dónde almacenarás las cantidades del mismo. Es claro que al comienzo manejamos un stock de proporciones pequeñas o medianas y es probable que esta tarea no represente un mayor esfuerzo tu negocio. Pero es conveniente estar preparado por si tu negocio experimenta un crecimiento continuado y comienzas a necesitar una gestión más avanzada. Porque si comienzas a tener problemas en las entregas de tus productos debido a una mala gestión del stock, te arriesgas a que se cree una mala reputación en torno a tu marca.
Además, si logras tener una gestión de stock exitosa, puede llevarte a incrementar tus ventas, ganar nuevos clientes, aumentar la confianza de tus clientes existentes, entre otros beneficios.
El último punto a tener en cuenta, pero no menos importante, es la logística inversa que va más allá del acto de devolver el producto a la tienda donde se adquirió. La misma involucra todo el proceso desde que el cliente solicita el cambio o devolución del producto, pasando por la organización interna de la empresa para responder al reclamo, el chequeo de disponibilidad de stock y envío de un nuevo producto (en caso de cambio), y llegando a la decisión de a dónde irá a parar el producto devuelto.
Con esto en mente podrás imaginar la cantidad de variables que el dueño de la tienda tendrá que pensar y de qué (pre)ocuparse; algunas de ellas son: respuesta ágil del servicio de atención al cliente, solicitud de reposición del artículo devuelto, activación de un proceso de envío del nuevo producto, etc.
El desafio de armar un buen proceso de logistica nos espera, más a la obra!